viernes, 20 de mayo de 2011

socialismo

El socialismo es un orden político basado en el control y democratización de la producción por parte de la clase obrera. También se define por socialista a toda teoría, doctrina o movimiento que aboga por su implantación y a su vez se deriva de la esencia política del marxismo. El socialismo puede ser no-estatal (mediante la propiedad comunitaria en un sentido amplio) o estatal (a través de la nacionalización y la planificación económica de la producción).
En un sistema socialista, al establecerse la propiedad social (colectiva) de los medios de producción, desaparece cualquier forma de propiedad privada de los bienes de capital y con esta el capitalismo como forma de apropiación del trabajo asalariado, que supone en la teoría marxista una forma de explotación por vía económica. Siendo el capitalismo la última sociedad con clases dentro de la secuencia histórica de los modos de producción de Karl Marx, esto comportaría a su vez la desaparición de las clases sociales que son generadas por los diferentes orígenes del ingreso, dando así por superada la lucha de clases y quedando únicamente la dialéctica, la lucha entre lo nuevo y lo viejo como motor histórico en procura de la superación constante en espiral ascendente para el bienestar y la felicidad de la raza humana.
Frecuentemente coexisten diferentes movimientos políticos que adoptan el título de socialismo: desde aquellos con vagas ideas de búsqueda del bien común e igualdad social, hasta los proyectos reformistas de construcción progresiva de un Estado socialista en términos marxistas, o las variantes pre y post-marxistas de socialismo (sean obreristas o nacionalistas), o al intervencionismo, definiciones de socialismo o de sus métodos que pueden variar drásticamente según varíen los interlocutores políticos y que algunas veces se distancian en mayor o menor medida de su etimología: estatismo, nacionalistas, marxistas, cooperativistas, corporativistas gremiales clásicos, socialistas de renta, socialistas de mercado, mutualistas, socialdemócratas modernos, etc. El socialismo continúa siendo un movimiento con un gran interés de control político y suele ser promovido por medios activistas intensos y auto-proclamarse como un "movimiento de lucha político vinculado con el establecimiento de un orden político construido por, para, o en función de, la clase reprimida por el gobierno actual", y para el cual debe crearse uno público (por vía del Estado o no), ya sea mediante revolución o evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras; idea esta última que no era originaria del ideario socialista sino del comunista y cuya asociación es deudora del marxismo-leninismo. La radicalidad del pensamiento socialista no se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.

nacismo y facismo

1. Introducción
En decisión grupal elegimos el tema de fascismo ya que al conversar sobre el tema comenzaron a surgirnos dudas y gran interés con respecto al tema. Uno de nuestros objetivos al realizar esta investigación fue entender por qué causa los países europeos llegaron al punto tal de crisis en todo punto de vista que decidieron votar y seguir la doctrina fascista, siendo ésta tan perjudicial para ellos a medida que se desarrolló.
Tratamos de explicar en términos generales su surgimiento y desarrollo, y las consecuencias que trajo luego tanto para los países europeos como para el resto del mundo.
A la vez, quisimos lograr adquirir un buen conocimiento del significado de la palabra "fascismo" y con esto descubrir la importancia de no olvidar.
En este trabajo hablaremos del fascismo en relación a su contexto histórico, mencionando como referencia cronológica la Primer y Segunda Guerra Mundial, con sus causas, desarrollo y consecuencias.
Nacionalismo
Ideología política y social que corresponde el concepto de nación con el de Estado. Aunque tradicionalmente se ha llamado nacionalismo al pensamiento político relativo a la consecución de la independencia nacional, para los pueblos y las etnias, el término también corresponde a la actividad e un Estado. En esta ocasión, el nacionalismo sería la cohesión de los ciudadanos de ese país en base a su procedencia, por encima de diferencias sociales de clase. Ernerst Gellner dio una definición que es la que habitualmente se utiliza: "Principio que afirma que la unidad política y nacional deben ser congruentes".
El nacionalismo surgió con la Revolución Francesa y la formación de los Estados. Así decenas de comunidades europeas no ligadas a los Estados conformados, reivindicaron su derecho a la soberanía, en función de su identidad propia. Movimientos hasta entonces sin definición política, se apresuraron a defender su estatus.
Con la descolonización y el sello que dejó Hitler al concepto de nacionalismo, surgió la expresión "nacionalismo revolucionario" para designar procesos de emancipación nacional de distintas clases.
Nación
Es la comunidad que se piensa a sí misma como sujeto de relaciones sociales, institucionales, históricas, políticas, culturales y, en general, para todas las manifestaciones de la convivencia humana.
En la constitución de esta comunidad autoconsciente, intervienen procesos históricos, étnicos, de conflictividad social, de linealidad y de comunicación lingüística, de estabilidad territorial o, incluso otras variables de raza, religión y demás, sin que ninguno de ellos sea exclusivo o determinante. Es, en definitiva, un proyecto de soberanía, de legitimidad, de supervivencia, de autodefensa, de economía.
La segunda de las interpretaciones, el Estado-Nación, corresponde a las renovaciones políticas surgidas de la Revolución Francesa y el triunfo de la ideología burguesa.
Nazismo
El nazismo es, en su origen, la ideología oficial del NSDAP (Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes) comúnmente conocido como Partido Nazi. Su fundamento no tuvo excesiva elaboración teórica, apropiándose, en gran medida, de las ideas fascistas según las cuales el Estado, para reservar su cohesión y unidad, debía de ser totalitario. Para el nazismo, este argumento fue compaginado con la máxima racista de superioridad de la raza aria sobre el resto. La admiración por la fuerza bruta y el culto al jefe único fueron otras dos nuevas aportaciones del nazismo. La situación social y económica de Alemania después de la Primera Guerra Mundial y el oportunismo de Hitler hicieron el resto. Hitler y el Partido Nazi lograron un apoyo popular de gran magnitud como para animar a Alemania a lanzarse a la conquista de Europa, en lo que fue la Segunda Guerra Mundial.
Desde sectores de izquierda el nazismo ha sido denunciado como un producto inevitable del capitalismo y, sobre todo, como fruto de las tendencias imperialistas de los Estados más fuertes. Según estas impresiones, el germen capitalista que impregna la sociedad hace posible expresiones de este tipo que cíclicamente atenazan a la humanidad...
Benito Amílcare Andrea Mussolini:
En el año 1883 nace el 29 de julio en Dovia, distrito de Predappio, localidad de la Romañia situada a dieciséis kilómetros de Forli, el primer hijo del cerrajero Alessandro Mussolini y de la maestra Rosa Maltoni.
En 1892 es inscripto en el Colegio Salesiano de Faenza, de donde es expulsado dos años después por mala disciplina.
El 8 de julio de 1901 obtiene la licencia de la Real Escuela Normal con diploma de honor y elogio solemne. Un año mas tarde, después de haber enseñado por algunos meses decide probar suerte trasladándose a Suiza. En Lausana entra en relación con los grupos socialistas italianos y colabora en el semanario "L´Avvenire del lavoratore". Al año siguiente es arrestado por motivos políticos, y encarcelado por doce días, luego se lo expulsa y entrega a la policía italiana, que poco después lo deja en libertad. Al cabo de pocos días vuelve a Suiza, donde permanecerá todavía por un año y medio.
En 1904 realiza una gira de conferencias hablando contra la religión y sosteniendo debates públicos sobre la existencia de Dios. El éxito obtenido lo estimula a publicar su primer libro, un folleto de tosca propaganda atea: "El hombre y la divinidad". En mayo se escribe en la Universidad de Lausana, en el Instituto de Ciencias Naturales. A fin de año vuelve a Italia.
En 1905 presta servicio en un regimiento de bersaglieri que tiene asiento en Verona. El 19 de febrero muere su madre.
A los dos años vuelve a la enseñanza en un distrito de la comuna de Tolomezzo. Obtiene el diploma de habilitación para la enseñanza de francés.
En 1908 retorna a su localidad natal donde comienza a dedicarse exclusivamente a la política, como militante del partido socialista. Un año después dirige la cámara del trabajo de Forli. Se traslada a Trento, como secretario de la cámara del trabajo y director del semanario socialista local, también colabora en el diario "Il popolo". En octubre se pone a la cabeza del partido socialista de Forli en cuyas filas permanecerá hasta 1914.
En 1910 muere su padre. Se convierte en redactor del periódico "¡Avanti!". Al año siguiente es condenado a siete meses de cárcel por haber participado en los motines contra la guerra de Libia. En marzo de 1912 recupera la libertad. En julio se traslada a Reggio Emilia para asistir al congreso nacional del partido socialista. Se convierte en uno de los lideres de la corriente socialista revolucionaria y hace expulsar del partido a los reformistas. Al año siguiente, en las primeras elecciones realizadas con sufragio universal, se presenta como candidato por el distrito de Forli, pero no es elegido.
En 1914 en el congreso nacional del PSI realizado en Ancona, contribuye a la expulsión de los Masones. El 15 de noviembre sale el primer número del diario "Il popolo d´Italia", formado por él para poder realizar su campaña a favor de que Italia participara en la guerra, es sella la ruptura con el partido socialista, que se lo expulsa formalmente el 24 de noviembre. El 24 de mayo de 1915 Italia entra en guerra contra los Imperios Centrales. Mussolini es llamado a las armas y parta para el frente con los bersaglieri.
El 29 de febrero de 1916 se lo asciende a cabo. Es herido por un proyectil que explota mientras se ejercitaba con un lanzabombas. El 16 de noviembre se presenta en las elecciones en Milán, pero es derrotado.
En 1921, transforma el movimiento fascista en partido. En Milán se lo elige diputado.
En 1922, después de haber fijado en una reunión de la dirección fascista en Nápoles la fecha precisa de la marcha sobre Roma (28 de octubre), vuelve a Milán, donde reinicia las conversaciones para hallar una solución pacifica entre el gobierno y los fascistas.
Nombrado por el Rey, después de la marcha, para presidir el Consejo, se traslada a Roma donde forma su primer gobierno de coalición. El 12 de enero de 1923 convoca al Gran Consejo del Fascismo y disuelve todos los grupos formados para armar la Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional.
En las elecciones de abril de 1924, las listas fascistas obtienen el 60% de los votos. El diputado socialista Giácomo Matettoni denuncia en la prensa y en el Parlamento las intrigas electorales y los abusos de los fascistas. La impresión en el país es enorme.
Mussolini ordena a algunos miembros del grupo de choque que castiguen severamente a Matettoni, quien es asesinado el 10 de junio. La ola de indignación que se levanta en todo el país por este grave delito, amenaza con echar a Mussolini abajo y con él al fascismo.
En 1925, con el discurso pronunciado en la Cámara de Diputados, Mussolini recupera el dominio de la situación.
Después de suprimir periódicos de oposición y partidos políticos, y de crear instituciones judiciales extraordinarias, el fascismo se convierte finalmente en una dictadura.
El 11 de febrero firma el acuerdo del "Pacto de Letrán", que es rectificado en junio a pesar de los incidentes.
En 1933 suscribe el Pacto de los Cuatro junto con los gobiernos de Francia, Inglaterra y Alemania, para asegurar la paz en Europa. Al año siguiente, un problema fronterizo en Ual-Ual le permite provocar la agresión de Abisinia.
En 1935, obtiene del ministro francés Laval la promesa de desinteresarse de los territorios franceses sobre los cuales Italia aspira obtener el protectorado.
El 9 de mayo, Mussolini proclama la constitución del Imperio. El 17 de julio firma un tratado de alianza con Franco, en el cual se compromete a ayudar a los franquistas en la guerra civil. También se alía con Hitler, y en la primera visita oficial a Alemania sella el acercamiento entre las dos dictaduras, el retiro de Italia de la sociedad de las naciones es su primer consecuencia política. En 1938 Mussolini copia la política interna de Hitler, y lanza la campaña antisemita, de carácter discriminatorio y persecutorio con respecto a los judíos.
En 1939 Mussolini estipula con Alemania el tratado de alianza militar llamado "Pacto de acero". Sin embargo, la agresión de Alemania contra Polonia y el estallido de la guerra mundial encuentran a Mussolini vacilante en cuanto a seguir a su aliado en esa aventura.
Entre 1941 y 1943 la marcha progresivamente desastrosa de la guerra pone a Mussolini cada vez mas a remolque de la iniciativa política y militar de Hitler

martes, 17 de mayo de 2011

armas usadas en la segunda guerra mundial



Gewehr 43


El Gewehr 43 o Karabiner 43 (G43, K43, Gew 43, Kar 43) fue un fusil semiautomático de Alemania desarrollado en la Segunda guerra mundial, a partir del G41(W) pero usando un sistema de gas similar al del fusil soviético Tokarev SVT-40.
En 1941, Alemania invade la Unión Soviética como parte de la Operación Barbarroja. Al comenzar las hostilidades, el Ejército Rojo rearma su infantería, reemplazando sus viejos fusiles Mosin-Nagant por el Tokarev SVT-38 y el SVT-40. Esto provocó un shock a los alemanes, que empezaron a capturarlos para su propio uso.


Al final de la guerra se habian producido 402.713 unidades de ambos modelos, incluyendo 53.435 fusiles para francotiradores; el K 43 fue el preferido, con una mira telescópica Zielfernrohr 43 (ZF 4) de 4x. El arma podía usar la Schiessbecher para disparar granadas (estándar en el Kar 98k) y el supresor de llama Schalldämpfer; pero el G 43 no podía utilizar bayoneta. Después de la guerra, el Ejército checo lo siguió usando por muchos años.




La Parabellum-Pistole (Pistola Parabellum), popularmente conocida como Luger, es una pistola semiautomática accionanda por retroceso. El diseño fue patentado por Georg Luger en 1898 y producida por la fabrica alemana de armas Deutsche Waffen und Munitionsfabriken (DWM) a partir del año 1900; es una evolución del modelo diseñado por Hugo Borchardt en 1898, conocido como C-93.
La Luger se hizo popular gracias a su empleo por parte de Alemania durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Aunque los primeros modelos de la Luger fueron fabricados en calibre 7,65 x 22 Parabellum, es famosa por ser la pistola para la cual se desarrolló el cartucho 9 x 19 Parabellum.
Aunque obsoleta en varios aspectos, la Luger es aún buscada por coleccionistas tanto por su estilizado diseño como por su conexión con la Alemania Imperial y la Alemania nazi. La producción limitada de la P08 fue retomada por su productor original, cuando la Mauser recondicionó un número de ellas para celebrar el centenario de la pistola en 1999.



El MP40 (Maschinenpistole 40) fue un subfusil automático usado de manera extensa por las tropas de la Alemania nazi, generalmente los oficiales y paracaidistas, durante la Segunda Guerra Mundial. Diseñado por Heinrich Vollmer, de Erma, con el fin de dotar a los soldados de un arma de asalto, principalmente las unidades de infantería mecanizada y paracaidistas, fue fabricado hasta el final del conflicto. Arma excelente para el combate a corta distancia (zonas urbanas, bosques, etc.), era, sin embargo, poco efectiva en combate en terrenos abiertos por su escaso alcance. Ésta fue una de las razones que motivaron el diseño del Stg-44, el predecesor de los modernos fusiles de asalto.



El Karabiner 98 Kurz, abreviado Kar 98k o K98k, es un fusil de accionamiento manual desarrollado por el fabricante alemán Mauser. Fue adopatado como fusil estándar de infantería en 1935 por la Wehrmacht y utilizado de forma masiva durante la Segunda Guerra Mundial.
El fusil alemán Mauser Karabiner 98k, más conocido como Kar 98 o Mauser 98k, jugó un papel fundamental en la Segunda Guerra Mundial a pesar de ser algo obsoleto. Teniendo en cuenta que era un fusil con mecanismo de cerrojo y un depósito de 5 cartuchos, mientras que el Ejército Estadounidense utilizaba el fusil semi-automático M1 Garand de 8 cartuchos, igualmente dio batalla en el teatro europeo y africano de forma tal que permitió ampliar a Hitler sus dominios por casi toda Europa en 2 años. A finales de los 30, Hitler había llamado a licitación a las distintas fábricas de armas para desarrollar un nuevo fusil, más acorde con el tipo de guerra "relámpago" que se llevaría a cabo. Por tanto se necesitaba un arma más corta y liviana que el Mauser 98 con el que Alemania luchó en la Primera Guerra Mundial. Se presentaron dos proyectos de las firmas Mauser y Sauer, pero al fin se optó por el Mauser Karabiner 98k. A partir de 1940 se transformó en el arma reglamentaria de la Wehrmacht y para 1945 se habían construido cerca de 14 millones de unidades. La cadencia de tiro de este fusil es de unos 10-13 disparos por minuto.




El Raketenpanzerbüchse Panzerschreck (en alemán el terror de los tanques) era un lanzacohetes alemán sin retroceso de 88 mm, que disparaba proyectiles de una capacidad de 3,17 kg, capaz de perforar una coraza de 114 mm de espesor desde una distancia de 150 m.
Su apariencia es muy parecida a la del bazooka estadounidense, ya que su diseño se inspiró en el bazooka cuando fue capturado por los alemanes en la campaña africana de 1943. Es decir, un largo tubo metálico (lo cual le hizo recibir el apodo de "Ofenrohr" o tubo de estufa en alemán) que tenía aparte un escudo, cuya finalidad era proteger al tirador tanto del fuego enemigo cuando se asomara como de la llamarada que provocaba el disparo. A diferencia del bazooka estadounidense (M9A1), que usaba pilas para la ignición de la carga, el Panzerschreck utilizaba una pequeña dinamo que tenia que ser cargada con una manivela antes del disparo. Su calibre era superior a su homólogo americano (8,8 cm frente a los 6 cm del arma americana), pero su alcance resultaba inferior debido a un mal diseño del proyectil.
Fue efectivo en la Batalla de Stalingrado y último recurso del Afrika Korps. Sin embargo, nunca superó en popularidad y en disponibilidad al Panzerfaust.


Ametralladora ligera Bren


Bren (acrónimo de Brno y Enfield), generalmente denominada ametralladora Bren fue una serie de ametralladoras adoptadas por el Reino Unido en los años 1930 y utilizada hasta los años 1980. Su papel más conocido fue como ametralladora ligera en la Segunda Guerra Mundial en la fuerzas británicas y del Imperio británico. También fue utilizada en la Guerra de Corea y durante el resto de la segunda mitad del siglo XX, como en la Guerra de las Malvinas y la Guerra del Golfo.
Se trataba de la versión de un diseño checoslovaco desarrollado por las exigencias británicas para una competición de los años 1930, y originalmente presentaba un distintivo cargardor curvado, un supresor de fogonazo cónico y un cañón fácil de cambiar. En los años 1950 se sustituyó el calibre del cañón para aceptar el cartucho 7,62 × 51 mm OTAN, lo que significaba que era necesario utilizar cargadores rectos para la munición sin pestaña de 7,62 mm. Se le añadió un bípode, que podía ser montado en un trípode y en vehículos.

Lee-Enfield




El Lee-Enfield fue el fusil de cerrojo, alimentado por cargador, estándar en el Ejército Británico desde 1895 hasta 1956. Siendo el arma en servicio durante la primera mitad del siglo XX, ha sido utilizado en ambas guerras mundiales y además por miembros de la Commonwealth, incluyendo la India, Australia y Canadá. Dispara cartuchos del calibre .303 desde un cargador extraíble con capacidad para diez balas, que se rellenaba utilizando peines de cinco proyectiles, y tuvo una producción total estimada, incluyendo todas las variantes, de unos 17 millones de unidades.
El cerrojo rápido y el cargador de gran capacidad (diez proyectiles, frente los cinco que tenía la mayoría de los Mauser) permitía que un tirador experto pudiera disparar entre 15 y 30 veces en un minuto, haciendo del Lee-Enfield el fusil de cerrojo más rápido de su época. La mejor marca fue fijada en 1914 por un sargento del Ejército Británico, que realizó 38 aciertos en un blanco de 30 cm a unos 300 m en un minuto.

Alemanes:

Luger P08

MP40

Mauser Kar 98k

Panzerschreck

Británicos:

Sten



El Sten, o subfusil Sten, era una familia de subfusiles británicos de 9 mm, utilizados por las fuerzas de la Commonwealth durante la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea. Sus características más notables eran su diseño sencillo y su bajo coste de producción. El nombre STEN es un acrónimo que deriva de los nombres de los diseñadores principales del arma: el Mayor Reginald Shepherd y Harold Turpin, y ENfield, la localidad de la Royal Small Arms Factory (RSAF) de Londres. Unos cuatro millones de Sten de varias versiones se fabricaron durante los años 1940.
La designación oficial era Carbine, Machine, Sten (Carabina, Ametralladora, Sten), aunque no se debe confundir con la definición común de la carabina. El Sten era un típico subfusil, mientras que carabina se refiere a un fusil corto y de pequeño calibre.
Los Sten fueron lanzados desde los cielos como equipos para guerrilleros de la resistencia y partisanos en la Europa ocupada. Debido a su perfil delgado y la facilidad de desmontarlo, eran fáciles de ocultar y útiles en la guerra de guerrillas.

Revólver Webley



El revólver Webley (también concido como Revólver de apertura vertical Webley y Revólver Auto-Extractor Webley) ha sido, en varios modelos, la pistola de servico estándar de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, del Imperio Británico y de los países de la Commonwealth desde 1887 hasta 1963.
El Webley es un revólver de apertura vertical con extracción automática; la apertura de este para recargarlo acciona el extractor, que retira los casquillos disparados del tambor. El revólver de servicio Webley Mk I fue adoptado en 1887, pero fue una versión posterior de este, el Mk IV, que se hizo conocido durante la Guerra de los Boers (1899-1902). El Mk VI, introducido en 1915 durante la Primera Guerra Mundial, es quizás el modelo más conocido.
Los revólveres de servicio Webley se encuentran entre los más potentes revólveres de apertura vertical producidos, disparando el cartucho .455 Webley. Aunque el revólver Webley calibre .455 ya no se encuentra en servicio militar, el revólver Webley .38/200 Mk IV aún es empleado como arma policial en un buen número de países.



Rifle Automático Browning


El Rifle Automático Browning o BAR, siglas del nombre original en inglés Browning Automatic Rifle, también es conocido en el ejército estadounidense como M1918.
Este rifle, diseño de John Moses Browning y producido tras su muerte por la Browning Arms Company, fue utilizado por Estados Unidos, desde 1918 hasta más allá de terminada la Segunda Guerra Mundial (1945). Aunque Estados Unidos ya poseía el BAR a su entrada en la Primera Guerra Mundial, increíblemente no lo llevó a la guerra contra los alemanes, con el pretexto de que los teutones podrían capturar este valioso rifle y copiar el muy bien guardado diseño. Así fue. Sus soldados no llevaron a la batalla este gran avance militar, para aquellos tiempos, y tuvieron que pelear solo con rifles de cerrojo. Mucho se han cuestionado los historiadores, ¿cuántas vidas estadounidenses se hubieran salvado de haber llevado consigo el BAR?. Tal vez nunca se sepa.
El BAR era un gran invento para su época. Tenía capacidad para 20 balas calibre .30 modelo de 1906. Más tarde surgieron versiones con soportes plegables más útiles (M1918A1), con seguros para el hombro, con mejores supresores de llama y con sostenedores en la parte superior del cañón (M1918A2), pero nunca dejó de ser el original M1918.
Ya en la Segunda Guerra, fue utilizado tan solo por una pequeña parte dentro de las fuerzas estadounidenses. Este rifle automático era necesario en cada pelotón, pues proporcionaba una gran cantidad de fuego potente y sostenido, por lo que era considerado un arma de apoyo. Aunque muchos se quejaban de su peso (casi 8 kg), el poder y seguridad que proporcionaba al tirador inclinaban la balanza en su favor.
M1 Garand



El fusil M1 Garand (formalmente Fusil de los Estados Unidos, Calibre .30-06, M1) fue el primer fusil semiautomático de los Estados Unidos que llegó a ser un fusil común para la infantería. Oficialmente reemplazaba al Springfield 1903 como fusil en servicio en 1936, hasta que fue reemplazado por el M14, que derivaba del M1, en 1957.
Fue utilizado intensivamente en la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y en menor medida en la Guerra de Vietnam. Fue usado primariamente por Estados Unidos, pero también en otros países. Continúa siendo utilizado en equipos de entrenamiento militar y es una arma de fuego civil popular.
Su peso descargado es de aproximadamente 4,4 kg, pero varía dependiendo de la densidad de la madera; su longitud es de 1,1 m. El fusil es alimentado por un peine en bloque que lleva 8 cartuchos del calibre .30-06 (7,62 x 63 mm). Cuando el último es disparado, el fusil arroja el peine y bloquea el cerrojo. Los peines pueden ser sacados manualmente en cualquier momento. Son expulsados manualmente tirando del mango del cerrojo hacia atrás, y después presionando el botón de retención del peine.

Americanos:



Subfusil Thompson


El Thompson es un subfusil automático que adquirió mala fama en la época de la Prohibición. Se le veía normalmente en las películas de gángsteres de los Estados Unidos de ese tiempo, siendo usado también por las fuerzas policiales y por los mismos criminales. El Thompson llegó a ganarse apodos en su país como Tommy Gun, Chopper, Chicago Typewriter y Chicago Piano. Fue el favorito de soldados y civiles por ser compacto, por su munición .45 ACP y por su elevada cadencia de fuego en modo automático. También es conocido por ser utilizado masivamente por el ejército estadounidense en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.
El subfusil Thompson podía disparar, en el modelo M1921 (el primero en ser introducido), aproximadamente 1100 balas por minuto del calibre .45 ACP (11,43 mm).
El Thompson fue sucesivamente simplificado para abaratarlo durante la guerra, dando lugar a las versiones M1 y (sobre todo) M1A1, que lograron reducir el precio de 200 a 70$. Sin embargo, terminó desplazado por el M3 (que las tropas apodaron por su tosco aspecto "Grease Gun", pistola engrasadora), ya de segunda generación, que sólo costaba 10$ la unidad. A pesar de que los soldados preferían la Thompson.

Springfield 1903


El Springfield 1903 es un rifle de cerrojo adoptado por el Ejército Estadounidense en la primera década del siglo XX. Para finales del siglo XIX, Estados Unidos no poseía más que el problemático, pesado e innecesariamente grande rifle Krag-Jorgensen.
Alemania, por el contrario, gracias a Paul Mauser logró poseer uno de los mejores fusiles de la historia: el Mauser 98, del cual muchos de los fusiles de otras naciones adoptaron el diseño.
Como ejemplo de esto están el Lee-Enfield inglés, el Mosin-Nagant ruso, el Arisaka Modelo-38 japonés y el rifle Springfield estadounidense; por tal razón, a esta línea de copias del Mauser se les llamó Mausers modificados.
El funcionamiento del Springfield 1903 era de cerrojo de tiro simple. Esto significa que después de cada disparo se tenía que realizar una acción manual para poder disparar otra vez. Tenía capacidad para 5 balas del calibre 30-06 (7,62 x 63) al igual que la mayoría de los rifles de la época.

Soviéticos



PPSh-41



El PPSh-41 (Pistolet-Pulemet Shpagina en ruso, Пистолет Пулемёт Шпагинa 1941 PPSh-41 apodado Pah-Pah-sha, Shpagin y Burp Gun) es un subfusil automático fabricado por la Unión Soviética a partir de 1941, para combatir contra la Alemania nazi. Fue una de las armas más producidas en masa de este tipo durante la Segunda Guerra Mundial, en lo que la URSS llamó la Gran Guerra Patria.
Su diseño permite que el PPSh-41 siga funcionando incluso con presencia de polvo o barro. Y en el atroz invierno ruso, seguía disparando cuando las perfectas armas alemanas habían enmudecido por congelación. Como utilizaba un cartucho relativamente ligero, el PPSh-41 era muy controlable la hacer fuego automático. Hubo batallones enteros armados con este subfusil, tal era su facilidad de fabricación y uso. De Stalingrado a la salvaje guerra partisana tras las líneas, el PPSh-41 dio cuenta quizás de más alemanes que ninguna otra arma soviética.
Utilizada por la infantería soviética, podía usar un cargador de tambor de 71 cartuchos o uno recto de 35 cartuchos. La munición desarrollaba una velocidad de bocs de 488 m/sg., siendo la cadencia de tiro de 900 disparos por minuto. El PPSh-41 fue por antonomasia el subfusil del Ejército Rojo. De esta arma se fabricaron millones de unidades y estuvo en dotación hasta el final del conflicto. La fabricación era extremadamente espartana, aunque el arma, a pesar de ello, fue siempre fiable, incluso a bajísimas temperaturas.

Mosin-Nagant





El Mosin-Nagant (en ruso: Винтовка Мосина) es un fusil militar accionado por cerrojo, con cargador de cinco cartuchos, que fue utilizado por las fuerzas armadas de la Rusia Imperial y más tarde la Unión Soviética y diversas naciones del bloque oriental.
Fue el primero en utilizar munición 7,62 x 54 R. Estuvo en servicio de diversas formas desde 1891 hasta la década de 1960 en muchas naciones de Europa oriental, que fue finalmente reemplazado en su última función como un fusil de francotirador por el SVD. El Mosin-Nagant aún se puede encontrar en uso como fusil de servicio en muchos ejércitos modernos y conflictos armados, debido a su gran resistencia y amplio suministro producido durante la Segunda Guerra Mundial.
Estos fusiles fueron reutilizados y modificados en varias ocasiones y sirvieron como fusil de entrenamiento durante los años 1960 y 1970. Muchos de esos fusiles fueron producidos localmente en los años de la posguerra.
El Mosin-Nagant fue adaptado como fusil de francotirador en 1932 y fue entregado a los francotiradores soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial. Sirvió con bastante distinción en la Batalla de Stalingrado, donde se hizo famoso junto al francotirador Vasili Zaitsev. Entre sus cualidades destacaba su resistencia, fiabilidad, exactitud y facilidad de mantenimiento. Los modelos de francotirador son especialmente buscados y valorados por coleccionistas.




El SVT-40 (siglas de Samozaryadnaya Vintovka Tokareva Obrazets 1940 goda; que significa Fusil Semiautomático Tokarev Modelo 1940) es un fusil semiatomático que entró en servicio durante la Segunda Guerra Mundial.
El SVT-38 era un fusil sumamente diferente a los estándares soviéticos y rusos de su época. Las armas soviéticas eran generalmente de una construcción y robustez extrema, diseñadas para ser usadas por soldados escasamente entrenados y a veces pésimamente equipados. Al contrario, el SVT-38 había sido diseñado para ser ligero tanto en su culata, como en su cajón de mecanismos y sistema de operación. Su sistema accionado por gases era complejo para los estándares soviéticos y poco resistente al uso de munición corrosiva sin tener que limpiarlo frecuentemente.
El SVT-38 estaba equipado con una bayoneta y un cargador extraible de 10 cartuchos. El cajón de mecanismos tenía la parte superior abierta, lo cual permitía recargar el cargador con los peines de 5 cartuchos del fusil Mosin-Nagant. Normalmente, cada fusil venía con tres cargadores. Eran características sumamente avanzadas para su época el regulador de gases, el freno de boca y los rieles para montar miras telescópicas tallados en el cajón de mecanismos. La versión para francotirador tiene una hendidura extra para instalar la montura de una mira telescópica modelo 3.5X PU, que es ligeramente más corta que la mira telescópica empleada en las versiones de francotirador del Mosin-Nagant.



La TT-30, posteriormente TT-33 (7,62 mm Samozarjadnyj Pistolet Tokareva obrazca 1933 goda), es una pistola semiautomática desarrollada por Fedor Tokarev como pistola de servicio para el Ejército Soviético y reemplazar al revólver Nagant M1895 en uso desde la época del Imperio Ruso.
El Ejército alemán capturó una buena cantidad de pistolas Tokarev durante la Segunda Guerra Mundial y las suministró a sus unidades bajo la denominación de Pistole 615(r). Esto fue posible debido al hecho que los cartuchos soviéticos 7,62 x 25 Modelo 1930 Tipo P eran prácticamente idénticos a los cartuchos alemanes 7,63 x 25 Mauser, por lo que podían ser utilizados en las pistolas capturadas.
La Tokarev está ganando popularidad entre los coleccionistas y tiradores occidentales a causa de su resistencia, confiabilidad y disponibilidad de munición barata (en los Estados Unidos). Pero entre sus problemas comunes están las cachas de baja calidad (muchas veces reemplazadas por las cachas envolventes del Tokagypt 58) y un mango inclinado a un ángulo inusual para muchos tiradores occidentales. A pesar de esto, tanto la Tokarev como sus variantes en 9 mm, son reconocidas por su simplicidad y precisión.

SVT-40

Tokarev TT-33

"LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL"

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto global en el que se enfrentaron las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje, entre 1939 y 1945. Fuerzas armadas de más de setenta países participaron en combates aéreos, navales y terrestres. Por efecto de la guerra murió alrededor del 2% de la población mundial de la época (unos 60 millones de personas), en su mayor parte civiles. Como conflicto mundial comenzó el 1 de septiembre de 1939 (si bien algunos historiadores argumentan que en su frente asiático se declaró el 7 de julio de 1937) para acabar oficialmente el 2 de septiembre de 1945.

 
Alemania, derrotada albergaba un profundo resentimiento por la pérdida de grandes áreas geográficas y por las indemnizaciones que debía pagar en función de las reparaciones de guerra impuestas por el Tratado de Versalles en 1919. Algunas de esas cláusulas establecidas dentro del tratado firmado por Alemania fueron:
1.- Pago de indemnizaciones por parte de Alemania a los Aliados por las perdidas económicas sufridas por los mismos a causa de la guerra.
2.- Reducción del ejercito alemán a la cantidad de 100.000 hombres, no posesión de ningún arma moderna de combate ( tanques, aviación y submarinos ).
3.- Reducción de la flota Alemana a buques menores a las 10.000 toneladas.
4.- La gran recesión que se presentó en el mundo entre los años 20 y 30, que en Alemania, crearon desempleo, caída del nivel de vida de la clase media, que a su vez abonaron el camino para el surgimiento de las reivindicaciones alemanas y con ello el impulso al partido Nacional-Socialista (Nazi).
Italia, una de las vencedoras, no recibió suficientes concesiones territoriales para compensar el coste de la guerra ni para ver cumplidas sus ambiciones, no había quedado muy conforme con la repartición de territorios hecha en virtud del Tratado de Versalles. Los italianos obtuvieron sólo los territorios de Trento y Trieste, cuando aspiraban a ganancias mucho mayores. Por otra parte, la miseria reinaba en los campos y la carestía azotaba las ciudades, haciendo crecer el descontento popular.
Japón, que se encontraba también en el bando aliado vencedor, vio frustrado su deseo de obtener mayores posesiones en Asia oriental.
Ideologías totalitarias de distinto signo se impusieron en tres naciones europeas: Rusia, Italia y Alemania. Con profundas diferencias entre ellos, estos sistemas tuvieron como denominador común la supresión de la libertad política y el papel de preponderante del Estado controlado por un solo partido.
Fascismo
Mussolini fundó en 1914 un periódico, "Il popolo d'Italia", tribuna que utilizó para incitar la entrada de Italia a la Primera Guerra. Al término del conflicto bélico, creó una unión de ex combatientes bautizada como "Fascio di combatimento". De este grupo nació el movimiento fascista, de cuño nacionalista y anticomunista. Los fascistas declararon la lucha al comunismo y al débil gobierno de la época, organizando expediciones a los pueblos italianos, donde obligaban a dimitir a los alcaldes socialistas.
Benito Mussolini estableció en Italia en 1922 la primera dictadura fascista. Su régimen fue nacionalista y totalitario. La economía se organizó en base a corporaciones gremiales que agrupaban a obreros y patrones. El corporativismo es una de las características principales que identificaron al fascismo. La preparación militar de la población fue otro de los objetivos del régimen fascista.
Mussolini logró algunos éxitos económicos en cuanto a aumentos de producción y gobernó como amo y señor de Italia, destruyendo a todos los partidos no fascistas y a sus adversarios políticos.
En 1937, Italia adhirió al pacto contra la propagación de los comunistas que ya habían firmado Alemania y Japón. Los bloques ya se perfilaban con nitidez.
Nazismo
Adolf Hitler postulaba que según las leyes naturales, los más fuertes debían imponerse a los más débiles. También consideraba que existía una tendencia natural hacia la duración de las razas, idea en la que se basó para luchar por la pureza de la raza aria, tronco étnico de lo germanos.
Según Hitler, los arios eran una raza privilegiada "forjadora de cultura". Los judíos, en cambio, representaban para él un pueblo destructor de esa cultura. Hitler veía en el antisemitismo un fundamento de su misión histórica. Esto le llevó a desencadenar una implacable persecución, que comenzó por despojar a los judíos de sus bienes, continuó con su discriminación en todos los aspectos y culminó con cinco millones de víctimas en los campos de concentración.
El estado debía organizarse en base a un principio aristocrático, donde la autoridad estaría en manos del líder, de especial capacidad, en el cual el pueblo depositaría su confianza. Esto explica que Hitler utilizara el título de Führer, o líder, en el régimen totalitario que logró instaurar. Por último, es necesario mencionar que el Führer consideraba fundamental para el porvenir de Alemania la conquista de un "espacio vital" en Europa, lo que implicaba la expansión territorial.
La oportunidad de triunfo para los nazis se presentó tras la crisis económica desatada el año 1929. La población estaba angustiada por la falta de trabajo y muchos capitalistas veían con temor el avance de los comunistas, que se habían hecho más fuertes después de la Revolución Rusa. Además, había en el ejército un deseo revanchista, provocado por la dura humillación que Alemania había sufrido en la Primera Guerra Mundial. Por todo esto, la idea nazi comenzó a ser captada con simpatía por parte de las masas alemanas, que quería recuperar su orgullo nacional.
Japón no adoptó un régimen fascista de forma oficial, pero la influyente posición de las Fuerzas Armadas en el seno del gobierno les permitió imponer un totalitarismo de características similares. Los militares japoneses aprovecharon un pequeño enfrentamiento con tropas chinas en las proximidades de Mukden (actual Shenyang) en 1931 como pretexto para apoderarse de Manchuria, en donde constituyeron el Estado de Manchukuo en 1932. Asimismo, ocuparon entre 1937 y 1938 los principales puertos de China.
Las apetencias de expansión y dominio del régimen nacional socialista que desembocaron en la invasión de Polonia por Alemania, lo cual significó el estallido de la guerra dos días después.
El conflicto entre Alemania y Polonia se hacía inevitable. Polonia, Estado eslavo, constituía una traba para la expansión hacia el este soñada por Hitler. Desde 1919, Alemania intentaba formular reclamación de índole fronteriza a costa de Polonia, país que comprendía una minoría germana entre 700 y 800 mil individuos, que en opinión de los alemanes, las fronteras de Alta Silesia también constituían una "flagrante injusticia". Además, la cuestión de Dantzig y el corredor polaco venían produciendo grandes fricciones entre Varsovia y Berlín. En 1919 Dantzig se convirtió en un estado libre bajo control de la Sociedad de Naciones, pero Alemania lo reivindicaba por estimar que su población era casi exclusivamente de lengua Alemana.
Hitler inició su propia campaña expansionista con anexión de Austria en marzo de 1938, para lograr la cual no hubo de hacer frente a ningún impedimento: Italia lo apoyó, y los británicos y franceses, intimidados por el rearme de Alemania, aceptaron que Hitler alegara que la situación de Austria concernía a la política interior alemana. Estados Unidos había limitado drásticamente su capacidad para actuar contra este tipo de agresiones después de haber aprobado una ley de neutralidad que prohibía el envío de ayuda material a cualquiera de las partes implicadas en un conflicto internacional.
En septiembre de 1938, Hitler amenazó con declarar la guerra para anexionarse la zona de la frontera occidental de Checoslovaquia con sus 3,5 millones de ciudadanos de lengua alemana.
El primer ministro británico, Arthur Neville Chamberlain, inició una serie de conversaciones que concluyeron a finales de mes con el Pacto de Munich, en el que los checoslovacos, instados por británicos y franceses, renunciaban a la frontera occidental de Checoslovaquia a cambio de que Hitler se comprometiera a no apoderarse de más territorios checos.
Este acuerdo fue infructuoso: Hitler invadió el resto de Checoslovaquia en marzo de 1939. El gobierno británico, alarmado por esta nueva agresión y las amenazas proferidas por Hitler contra Polonia, se comprometió a ayudar a este país en el caso de que Alemania pusiera en peligro su independencia. Francia también estableció un tratado de defensa mutua con Polonia.
En el período que siguió a la Primera Guerra mundial fue necesario reparar los daños que había provocado el conflicto y en ello se ocuparon prácticamente todas las fuerzas de trabajo. En los inicios de la década de 1920 hubo gran prosperidad, por lo que la gente pensó que bonanza y paz eran dos términos que iban de la mano.
Muchos de los proyectos de reconstrucción contaban con el sistema de créditos para lograr financiamiento. El mismo pago de las indemnizaciones de guerra exigidas a Alemania, en virtud del Tratado de Versalles, era realizado gracias a una importante corriente de préstamos provenientes, sobre todo, de Estados Unidos y Gran Bretaña.
La corriente de créditos enviada desde Estados Unidos hacia Europa fue la causa principal del ambiente de prosperidad en el viejo continente. Estados Unidos era entonces el gran soporte del bienestar.
El 19 de octubre de 1929 los indicadores de cotizaciones de la Bolsa de Valores de Nueva York cayeron como una avalancha, creando pánico en el mundo de las finanzas. El año de 1929 está marcado en el calendario de la historia como el inicio de la crisis económica que sumió en la pobreza y la desesperación a millones de personas.
Esta crisis repercutió en Europa y el resto del mundo. Estados Unidos ya no estaba en condiciones de seguir haciendo inversiones en el extranjero y el colapso se extendió rápidamente. La consecuencia inmediata fue la miseria de millones de personas, y el resultado último, que esta gente desesperada fue presa fácil de doctrinas totalitarias que les prometían recuperación material y empleo a corto plazo.
En 1935 Mussolini había atacado Etiopía y con gran despliegue de fuerzas no tardó en vencer a las desorganizadas tropas del Negus Fallé Selassie ocupando Addis Adeba. La Sociedad de Naciones aplicó unas sanciones económicas que ni siquiera impidieron la llegada del petróleo necesario para la guerra a los puertos italianos. Inglaterra permitió el paso de buques cargados de tropas por el Canal de Suez y con estos hechos la Sociedad de Naciones se desprestigió totalmente fortaleciéndose Italia y reforzándose el eje Roma-Berlín.
La Sociedad de las Naciones no pudo evitar el estallido de nuevos conflictos internacionales ni cumplir la misión pacificadora para la que había sido concebida. No pudo imponer el cese al fuego cuando Japón, Italia y Alemania empezaron las agresiones. A pesar de que aplicó sanciones económicas y diplomáticas, los países culpables optaron por salirse de la organización en lugar de acatarlas.
Se dice que la Guerra Civil Española fue una especie de campo de prueba, en el que se ensayaron las armas que luego habrían de usarse en la Segunda Guerra Mundial, que se inicia cuando terminó el conflicto peninsular .
Hitler, tras denunciar las cláusulas sobre desarme impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles, organizar unas nuevas Fuerzas Aéreas y reimplantar el servicio militar, puso a prueba su nuevo armamento durante la Guerra Civil española .
Alemania e Italia entregaron material de guerra a Franco y enviaron tropas especializadas a combatir en suelo español contra el gobierno republicano en 1936. Las otras potencias no quisieron provocar un enfrentamiento directo y se abstuvieron de intervenir en la lucha.
Hitler y Mussolini firmaron en mayo de 1939 el "Pacto de Acero", temible alianza ofensiva, con la cual Alemania e Italia se comprometieron a prestarse ayuda militar en caso de guerra, lo que se convierte entonces en el objetivo primordial del nacionalismo. El Eje Berlín-Roma quedó así sellado definitivamente.
Los directores del vasto complejo siderúrgico Krupp estaban vinculados con los nazis y fueron los principales responsables de suministrar el material necesario al esfuerzo de guerra alemán.
Los tratados firmados por Alemania, Italia y Japón desde 1936, cuando los dos primeros países acordaron el primero de ellos, hasta 1941 (fecha en la que Bulgaria se incorporó a los mismos) dieron como resultado la formación del Eje Roma-Berlín-Tokio.
La noche del 23 de agosto de 1939 en Moscú , Hitler logró que Stalin, a pesar de sus divergencias ideológicas, firmara un pacto de no-agresión entre Alemania y la Unión Soviética (URSS) donde acordaban no luchar entre sí.
Esto permitiría al Führer atacar Polonia, sin temor a una intervención soviética en el frente oriental. De esta forma, Adolf Hitler tuvo el camino despejado.
Adicionalmente, se firmó un protocolo secreto en el que se concedía a Stalin libertad de acción en Finlandia, Estonia, Letonia y en el este de Polonia y en Rumania.

Con la capitulación japonesa, el mundo inició una nueva etapa a la que llegaba con un espectacular cambio de panorama respecto a la situación de 1939. En 1945, el mundo tenía abiertas graves heridas, la posición de cada uno de los principales componentes de la comunidad internacional era distinta y ésta pretendía organizarse de acuerdo con reglas nuevas.
    La cifra de muertos como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial no puede determinarse de forma absolutamente precisa pero es muy posible que llegase a alcanzar los 60 millones de personas, al menos cuatro veces más que el número de muertos producidos durante el conflicto de 1914-1918. Como es lógico, este balance debe ponerse en relación con la potencia destructiva de las armas y el carácter de guerra total que tuvo desde el mismo momento de su iniciación o en un momento inmediatamente posterior.
    Si se examinan esas cifras contabilizándolas por naciones, el resultado puede parecer algo sorprendente porque alguno de los vencedores cuenta entre quienes más padecieron en el conflicto. La cifra de ciudadanos de la URSS muertos como consecuencia de la guerra se eleva a 20 millones de personas (y quizá incluso un 25% más) de los que tan sólo un tercio serían militares. Porcentualmente, esa cifra supondría al menos el 10% del total de los habitantes de la URSS, pero en el caso de Polonia los seis millones de muertos representan todavía una cifra muy superior, el 15%. En esos porcentajes se incluye la población judía de ambos países. El tercer lugar en el grado de sufrimiento producido por la guerra corresponde a Yugoslavia, cuyo número de muertos (de un millón y medio a dos) derivó de la existencia de una guerra civil en la que el componente étnico jugó un papel primordial.
    Estos tres países pueden ser considerados entre aquellos que resultaron vencedores en la guerra. Los demás que se alinearon en ese mismo bando tuvieron un número mucho más reducido de muertos. Francia, ocupada en su totalidad por los alemanes, experimentó 600.000 muertos, mientras que Gran Bretaña sufrió 500.000 pérdidas. La gran diferencia respecto a los padecimientos de la Primera Guerra Mundial de estos dos países radica en el número de muertos civiles. Gran Bretaña, que no los tuvo en 1914-1918, ahora, en cambio, padeció unos 60.000 como consecuencia de los bombardeos. Del conjunto de los aliados, los Estados Unidos resultaron ser los mejores parados, con 300.000 muertos, todos ellos militares.
    De los países vencidos en la contienda, el mayor número de muertos le correspondió a Alemania, con algo menos de cinco millones. El peso del Ejército en este número de bajas se aprecia en el hecho de que existió durante mucho tiempo un mayor número de mujeres que hombres en Alemania (todavía en 1960 existían 126 mujeres por cada 100 hombres). Dos millones de japoneses murieron como consecuencia de la guerra, una cifra inferior también en términos porcentuales. La población civil japonesa tan sólo padeció la guerra en los meses finales de la misma.
    Las muertes producidas por la guerra constituyen tan sólo una parte de sus consecuencias. Como resultado de la misma hubo, principalmente en Europa, 30 millones de desplazados, un tercio de los cuales fueron alemanes que sufrieron de forma directa las consecuencias de la doctrina que les había llevado a lanzarse a una nueva expansión hacia el Este. Quienes habían expulsado a la población autóctona (por ejemplo, en los Sudetes checos) se vieron, a su vez, obligados a emigrar ahora. También una cifra elevada de japoneses pasó por idéntica experiencia. Ambos países descubrieron en la posguerra que podían lograr un lugar mucho más confortable en el mundo de la posguerra renunciando a la expansión territorial e intentando un desarrollo económico que resultaría espectacular en ambos casos.
    Sin embargo, por el momento la situación en que se encontraron esos dos países no tenía nada de reconfortante porque la destrucción padecida fue muy superior a la que sufrieron los beligerantes durante la Primera Guerra Mundial. En Alemania, el nivel de producción industrial se retrotrajo a las cifras de 1860, mientras que en el Ruhr, la zona más castigada, quedó limitada al 12% de las cifras de la etapa prebélica. Japón sólo se vio afectado de manera decisiva por la guerra en su fase final pero la producción se redujo en un tercio. La Flota mercante quedó reducida a una dieciseisava parte del tonelaje de 1941. Un 40% de la superficie urbana quedó destruida, como consecuencia de los bombardeos norteamericanos, especialmente destructivos cuando las bombas se empleaban ante una frágil arquitectura como la existente en el archipiélago.
    Pero las consecuencias de la guerra no fueron crueles solamente para los vencidos, sino también para los vencedores y ello en los más diversos terrenos. Francia, primero derrotada y luego vencedora, pudo considerar arruinadas aquellas instituciones que durante muchos años no sólo ella sino la totalidad del mundo había podido considerar como la ejemplificación señera de la libertad política. Al concluir la guerra, había muerto la Tercera República, cuyas instituciones necesitaban transfigurarse por completo para adaptarse a la realidad de un mundo nuevo. Gran Bretaña había sido quien, con su decisión durante el verano de 1940, consiguió detener el avance nazi en el momento mismo en que todo el mundo la consideraba derrotada. Nunca, sin embargo, recuperaría ni tan siquiera la sombra de su poder de otros tiempos. En los instantes finales de la guerra estaba en la ruina: su deuda equivalía al triple de la renta nacional anual y por vez primera en mucho tiempo carecía de partidas invisibles con las que compensar una balanza comercial deficitaria porque las había liquidado en los años precedentes. Poco tiempo pasaría hasta que se hiciera patente de forma abrumadora la necesidad de considerar inevitable la liquidación del Imperio.
    Frente a la decadencia de estas dos potencias europeas, dos gigantes estaban destinados a dominar el mundo de la posguerra. Los Estados Unidos no representaban más que un 7% de la superficie del globo, pero producían tanto como el resto en conjunto. Incluso en aquellos sectores en los que con el paso del tiempo se demostraría su debilidad relativa (como el petrolífero) el porcentaje de su producción se acercaba a un tercio de la mundial. De este modo, el mundo posterior a 1945 tenía que ser el de la hegemonía norteamericana. También fue el mundo de la hegemonía soviética, aunque ésta en realidad fue mucho más aparente que real. En efecto, por grandes que fueran los temores a su expansión, lo cierto es que la URSS había padecido mucho más que el resto de los vencedores. Por otro lado, en esta guerra, la Unión Soviética perdió el monopolio de su condición de única potencia revolucionaria del mundo: aunque eso de momento pudo parecer no tan grave. Con el transcurso del tiempo, China (y, en menor grado, Yugoslavia) se convertirían en rivales, más que en colaboradores. La URSS, cuyo protagonismo en la guerra fue decisivo, salió de ella con una convicción en su capacidad de liderazgo e incluso con el convencimiento de que podría llegar a superar a su adversario capitalista. Sólo con el transcurso del tiempo acabaría descubriendo que podía competir en el terreno militar, pero que era incapaz de hacerlo en otros campos a la larga mucho más decisivos, como el económico y el tecnológico.
    Por último, hay que tratar de los cambios territoriales que tuvieron lugar en el mundo como resultado de la guerra. Este conflicto, en efecto, supuso escasas modificaciones de las fronteras, en comparación con los de otros tiempos, aunque tuviera una repercusión mucho más duradera en la configuración global del mundo.
    La última de las reuniones de los grandes líderes mundiales aliados tuvo lugar en Potsdam, durante la segunda quincena de julio de 1945, cuando estaba reciente la derrota de Alemania pero todavía se pensaba que la japonesa podía resultar remota. Estuvo presente Truman, sustituyendo a su predecesor Roosevelt, y, a la mitad de la conferencia, debió retirarse Churchill a quien, por decisión del elector británico, le era negado el poder de moldear el futuro, después de haber tenido tan decisivo protagonismo durante toda la contienda. Ya se ha mencionado la relevancia de esta reunión en lo que respecta a la intervención soviética contra Japón y al descubrimiento de la bomba atómica por los norteamericanos, que Stalin conocía ya. Pero Potsdam supuso también una solución a la cuestión decisiva para la posguerra, la de Alemania, que, sujeta a un tratado de paz posterior, quedó contenida en una fórmula definitiva. En efecto, se acordó hacer retroceder su frontera oriental hasta la línea marcada por los ríos Oder y Neisse y se toleró en la práctica que los soviéticos empezaran a aplicar, por su cuenta y riesgo, un plan de reparaciones sobre la parte que le había correspondido.
    Lo primero supuso una emigración masiva hacia Occidente de millones de alemanes y ello, a su vez, trajo como consecuencia que se abandonara cualquier veleidad de convertir a Alemania en un país exclusivamente rural. El mantenimiento de la industria resultaba imprescindible para la subsistencia de la población, por mucho que la solución citada pudiese resultar tentadora. Por otro lado, los soviéticos se apoderaron de las fábricas de su zona de ocupación en el Este de Alemania y, en muchos casos, las trasladaron a su propio país. La ausencia de sintonía entre las potencias democráticas y los soviéticos hizo imposible un acuerdo definitivo en éste y otros muchos puntos, por lo que los acuerdos sólo pudieron ser parciales, provisionales o incompletos. Se previó la existencia de una conferencia de ministros de Asuntos Exteriores, que se reunió en Moscú en 1945 y en Nueva York en 1946. En la capital francesa se suscribieron los tratados de paz relativos al Este de Europa e Italia, mientras que hubo que esperar hasta 1951 para que en San Francisco se firmaran los relativos al Japón, momento en que ya no estuvieron presentes los nuevos países comunistas.
    Los cambios territoriales en la Europa Oriental resultaron relativamente modestos, aunque ratificaron e incrementaron las ventajas que la Unión Soviética había logrado por los acuerdos con Hitler de 1939. Basta decir que la URSS obtuvo el Norte de la Prusia Oriental (que le proporcionaba una salida al Báltico), la Carelia finlandesa, la zona de Petsamo (que le aportaba una frontera con Noruega) y una base temporal (Porkkala) en territorio finés. Además, los soviéticos se anexaron Rutenia, el extremo oriental de Checoslovaquia. En cuanto a Italia, perdió sus colonias, que se independizaron (Libia, Somalia) o fueron incorporadas a otros países: Eritrea, a Abisinia; las islas del Dodecaneso, a Grecia.
    En el resto del mundo, los cambios fueron también, en apariencia, pequeños. En el Medio Oriente, por ejemplo, Líbano y Siria lograron su independencia, mientras que la llegada de oleadas de inmigrantes judíos askenazis, procedentes de Europa del Este, tuvo como consecuencia que el Estado de Israel tuviera una condición mucho más beligerante que antes respecto a la población palestina. Lo decisivo, de todos los modos, fue el impulso inicial dado a la descolonización, movimiento un tanto contradictorio por el momento, pues a las promesas de japoneses y norteamericanos de independencia para las colonias se sumó, en esta circunstancia, la victoria de las potencias colonizadoras. De ahí que, por ejemplo, Filipinas consiguiera la independencia y que, por el contrario, los norteamericanos, después de haber apoyado la de Indochina, acabaran por apoyar el mantenimiento de la presencia francesa en aquellas tierras. Japón volvió a sus fronteras de mediados del siglo XIX, cediendo Formosa, Corea, Manchuria y las islas del Pacífico. Pero, mucho más importantes que estas nuevas fronteras territoriales, fueron las consecuencias de la división ideológica del mundo en dos partes enfrentadas.